Hablar de relaciones tóxicas resulta ser un tema bastante controvertido hoy en día. Los memes y bromas que ayudan a identificar las actitudes que implica una relación tóxica abundan en el entorno juvenil. El problema es que también las romantifican. Los comportamientos posesivos y los celos se presentan como una forma de demostrar afecto en vez de una forma de agresión, y todo esto tergiversa el sentido de lo que es tener una relación sana. Es como ir inflando un globo sin ser conscientes que mientras más aire le pones, más cerca estará de estallar.
En un principio no te darás cuenta, ni de eso ni de nada. Estás en la etapa de las mariposas, donde tu pareja no tiene defectos y hasta lo más bizarro te resulta encantador. Pero superada esta fase la realidad te dará un duro golpe, porque la emoción que sentías cuando tu pareja te celaba y controlaba tomará un matiz más sombrío. Vas a querer que se detenga. En este punto tienes dos opciones. Reconocer que no se va a detener y salir de ahí o seguir sufriendo. Por desgracia la mayoría de personas escogen la segunda opción, pero ¿Por qué?
La mayoría de relaciones tóxicas traen consigo dependencia emocional. Esto sucede porque hay inseguridad para el propio desarrollo afectivo, entonces la pareja debe estar en todos los contextos de relacionamiento social, las personas comienzan a no poder imaginar su vida sin su pareja, y como consecuencia, se rompen los espacios personales. Y como si esto no fuera suficiente, también se genera una idealización de la pareja y la relación. En sus cabezas están viviendo una versión (muy rara) de la cenicienta. No se han dado cuenta que su pareja no es el príncipe o princesa, sino la madrastra.
Lo peor de todo esto, no son los hechos (que de por sí ya son malos) sino las consecuencias. Las personas que no son emocionalmente estables tienden a ser más proclives a pasar por este tipo de relaciones, pero también son las personas mas renuentes a buscar ayuda psicológica. Si no toman consciencia de lo que estan atravezando, a largo plazo, se pueden dar casos de violencia de género y como resultado, agresiones físicas, psicológicas y abuso sexual. También se puede llegar al punto de comenzar a tener pensamientos recurrentes de suicidio. Así que ya sabes, si crees estar pasando o conoces a alguien que se encuentre en una relación de este tipo pide ayuda, un ¡Amigo/a date cuenta! nunca está de más.
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