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¿Existe el hambre emocional?



Te ha pasado que en algunas ocasiones cuando te sientes triste o enfadado, ¿corres en busca de algo de comer? ¿Sientes ganas de alimentarte de manera compulsiva? O incluso llegas a padecer ansiedad por la comida. Pues, tal vez debas saber que estas son prácticas comunes de la alimentación emocional. Debemos entender que no es el hambre real el que te hace comer en esas ocasiones, es el hambre emocional ¿lo sabías?

El hambre emocional nada más ni nada menos que utilizar la comida para sentirse mejor. Es decir, tratamos de satisfacer nuestros problemas emocionales a través de la comida.

Muchos de nosotros solemos acudir a la comida para manejar nuestras emociones o para sentir un poco de tranquilidad y así calmar nuestra ansiedad, de lo que nosotros pensamos es “hambre”. Por lo cual, inconscientemente recurrimos a la comida para manejar el estrés o alguna emoción negativa como la tristeza, soledad o aburrimiento que solemos atravesar durante el día.

El problema con este comportamiento es que, por lo regular, después de comer aquello que pensábamos que nos iba a hacer sentir mejor, en realidad nos sentimos mucho peor por haber comido algo que quizás no debíamos, y ello se suma a la culpa del sentimiento que teníamos antes de recurrir a la comida.

No importa si crees que no puedes controlarlo, siempre hay una solución; para controlar el hambre emocional la solución es desarrollar una atención plena o mindfulness, no sólo cuando comes sino en tu estado emocional también.

Reflexiona un poco y pregúntate ¿qué es lo que haces cuando te sientes estresado o triste? buscas un postre, un helado u ordenar una pizza. Pues para detener este problema que afecta a muchas personas en nuestra vida diaria, lo cual puede generarnos incluso problemas físicos, como; obesidad, diabetes o sedentarismo.

Pero no nos malentiendan, no creas que el comer cuando queremos celebrar algo es malo, de hecho, en ocasiones, todos recurrimos a la comida para celebrar. El problema es cuando esto se hace nuestro principal mecanismo para manejar nuestras emociones, cuando el primer impulso que tienes cuando te sientes estresado, enfadado, cansado o aburrido es ir a buscar comida.

Es importante que te des cuenta que el hambre emocional nunca va a ser satisfecha con comida, es por eso que cuando comes algo el sentimiento no desaparece, y tienes esa sensación de no poder satisfacerte.

Al comer cuando tienes hambre emocional es posible que tengas un pequeño momento en donde te sientes bien, pero inmediatamente después te das cuenta que la causa del comer emocional no desaparece y la mayoría de las veces el comer te lleva a sentirte peor.

Aun cuando al principio te pueda costar trabajo diferenciar entre hambre emocional y el hambre real o física, después de practicar un poco el comer conscientemente y el prestar atención a cómo te sientes te será más y más fácil.

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