La pandemia de la Covid-19 afecta a cada persona de diversas maneras y por distintos motivos. Junto con el temor al contagio, llegan emociones relacionadas al estrés, tristeza, agotamiento …
En el caso de los adolescentes, pueden empezar a surgir conductas ligadas a la angustia que este contexto amerita. Entre ellas, se puede encontrar;
la pérdida de interés por actividades que antes disfrutaban realizar,
falta de concentración en clases virtuales,
dificultades para dormir,
cambio de peso o patrones alimentarios, entre otros.
También podrían iniciar comportamientos más riesgosos, como el consumo de alcohol si es posible que accedan a él desde casa, o incluso pensamientos recurrentes sobre la muerte.
Como padres, es importante el cuidado personal de la salud mental, pues de esta forma se transmite la seguridad que requerirán los adolescentes para afrontar sus propios problemas. Se debe ofrecer un espacio libre y seguro para conversar sobre cualquier tema que les genere ansiedad.
Es importante determinar un horario y que este se respete, para que el adolescente tenga tiempo para el estudio y para relajarse. Animarlo para que mantenga contacto con sus amistades de manera virtual también ayudará a su estado de ánimo.
Recuérdele que este es un contexto completamente nuevo que está experimentando TODO EL MUNDO. Nadie estaba preparado para ello, pero con mucha paciencia e inteligencia emocional, y acompañamiento de la familia en el proceso, se logrará salir de esta situación: no está solo. Sobre todo, si considera que alguna de estas nuevas conductas adoptadas podrían ser peligrosas, contáctese con un especialista en salud mental para que brinde el tratamiento adecuado, y pueda mantener su estabilidad y bienestar emocional.
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