Hay veces que en la vida queremos algo y sin darnos cuenta hacemos todo lo posible por no conseguirlo. Estas son las veces en las que nosotros nos damos cuenta que en el fondo somos nuestro propio enemigo. Esto ocurre porque nuestra parte consciente quiere algo, mientras nuestro subconsciente quiere otra cosa o simplemente, no está de acuerdo con nuestra parte consciente. Por ejemplo, imagina que de forma consciente decimos que queremos más dinero, pero de forma subconsciente hacemos todo lo posible para que esto no pase. Por mucho que sentimos que estamos haciendo todo lo posible por lograr esto, en realidad lo que estamos haciendo es prepararnos para fracasar. El problema es que no nos damos cuenta, es decir, no lo hacemos conscientemente.
¿Qué tipos de autosabotajes existen?
El autosabotaje es muy destructivo. Un ejemplo muy típico es la procrastinación. Es decir, saber que tenemos que hacer algo pero constantemente lo postergamos. Y peor que postergar esto que tenemos que hacer es que nos ponemos la etiqueta de que “somos vagos”, es decir que justificamos el hecho de que no estamos haciendo lo que debemos de hacer porque somos vagos y de cierta forma buscamos “perdonar” nuestro accionar bajo esta excusa.
Otro muy frecuente es dejar que el miedo dirija nuestras vidas. El miedo puede tomar muchas formas; desde el miedo a que no te acepten, a que no te quieran, a que no te salga bien algo… cuando dejas que el miedo dirija tu vida en lugar de dejar a tus pasiones y talentos actuar, vas a terminar protegiéndote de todo sin permitirte vivir todo lo que la vida tiene para ofrecerte.
Otro ejemplo son las adicciones. Desde el abuso de medicamentos hasta ser adicto a enfermarse (Sí, también es una adicción), pasando por los cigarrillos, el alcohol y las drogas. Todos estos tipos de adicciones repercuten negativamente en nuestras vidas, pero al haber perdido el control de nuestras acciones sobre estos comportamientos nos es sumamente difícil retomar hábitos saludables dado que la adicción ha calado a un nivel subconsciente y por más que conscientemente queramos salir de ella, como bien hemos dicho líneas arriba, es a la otra parte a la que debemos de convencer.
En el fondo, lo que queremos es ser felices, gozar de buena salud, tener energía, buenas relaciones, buenos amigos… La única diferencia entre quien lo tiene y quien no es que quienes lo consiguen tienen su subconsciente y sus deseos alineados.
¿Por qué nos autosaboteamos?
No creemos que somos lo suficientemente buenos para tener eso que deseamos. Creemos que no lo merecemos.
Creemos que ese deseo es inadecuado para nosotros. Por ejemplo, creemos que somos mayores o que somos muy jóvenes para lograr algo.
De forma subconsciente te encanta el drama y el dolor. Eres la víctima… de tu subconsciente.
Eres perfeccionista. Resulta de tener tanto miedo a equivocarnos, que creemos que es mejor no arriesgar y quedarnos como estamos.
¿Cómo romper este círculo vicioso?
1° Reconocer en qué situaciones nos estamos autosaboteando: Es super importante reconocerlo para poder cambiarlo
2° Cuando reconozcas en qué área te estás autosaboteando pregúntate ¿Por qué? ¿Qué es lo que estás intentando evitar? Trata de tener una conversación con tu miedo para identificarlo. Te darás cuenta que, en muchas ocasiones, este miedo es antiguo. Es decir, que se ve influenciado por experiencias pasadas que ya no forman parte de tu presente.
3° Cuando te des cuenta que estás a punto de autosabotearte detente y actúa diferente. Por ejemplo, si el área en la que te autosaboteas es en tener mucho dinero y te das cuenta que cada vez que lo tienes te lo gastas, para y ese dinero que ibas a gastar en alguna tontería ponlo en una caja de ahorros.
¿Sientes que has perdido el control de tus acciones y que ya no sabes cómo tomar el control de tu vida nuevamente? En Felizmente estamos dispuestos a ayudarte de la mano de los mejores profesionales en salud mental.
Para más información relacionada a salud y bienestar mental, puedes consultar el contenido en nuestra sección de noticias.
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